Un trabajo estable, una novia estable, un futuro estable. Eso es lo que tiene Shintaro Jagasaki, un agente de la policía local, y lo odia. Aborrece el hombre en el que se convirtió y no parece poder huir de él. Hasta que un día, durante una de las guardias en la estación, Shintaro ve como, delante de sus narices, la cabeza de un hombre se transforma en una boca gigante con trillones de dientes y una lengua... mortífera. Es un "metamórfico", el primero de los miles con quienes Shintaro deberá enfrentarse a partir de ahora.