Un inesperado visitante podría echar por tierra los planes de Tenma para asesinar a Johan. Su mayor problema no es librarse de él, sino hacer acopio de agallas para efectuar la acción que lo anularía como persona y como médico: disparar el arma. Mientras tanto, un apacible señor Grimmer aparece en escena y se convierte en pieza clave para desvelar el secreto que podría acabar para siempre con el Monstruo. Pero los personajes, como títeres del destino, se verán envueltos en sórdidos giros de tuerca que pondrán sus vidas al límite de la muerte.